Las fábricas de Asia siguieron vistiendo al mundo en 2015
El sector de ropa y textiles fue un punto positivo para los exportadores.
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El año pasado fue terrible para muchos exportadores de Asia. Sin embargo, pese a que los exportadores de commodities y electrónica sufrieron, un sector se sostuvo notablemente bien. En muchos casos, estos países ocupan la parte baja de la cadena de valor de la ropa, pero la estabilidad del desempeño del sector ha subrayado su importante rol como motor del desarrollo intensivo en mano de obra de los mercados emergentes asiáticos.
En todo Asia y Australia, la Economist Intelligence Unit estima que las exportaciones de mercadería bajaron 8,8% en promedio en 2015, a US$ 5,8 billones (millones de millones). Entre esos países que han entregado datos para todo el año, las exportaciones en términos de dólar bajaron en Corea del Sur (en 8%), Taiwán (10,6%), China (2,6%), Hong Kong (1,8%), Singapur (14,5%), Tailandia (5,8%), Indonesia (14,6%) y Nueva Zelandia (17,4%). Los descensos fueron liderados por los exportadores de commodities, aunque la mercantilización de los envíos de electrónica, lo que ha arrastrado los precios en ese sector, también parece haber jugado un rol significativo.
Exportación de ropa
En medio de esta historia pesimista, hay algunos puntos positivos. En Bangladesh, las exportaciones subieron 6,5% en promedio en 2015, y en Vietnam en 8%. Un motor clave del buen desempeño parece ser la sólida expansión de los envíos de ropa. Las prendas listas para usar representaron un 69,6% de las exportaciones de Bangladesh en los primeros once meses de 2015, según datos del banco central de Bangladesh, y aumentaron en 6,1% año sobre año en este período en términos de moneda local. En Vietnam, datos del gobierno muestran que la ropa y textiles representaron un porcentaje menor en las exportaciones totales, de 14,1% en 2015, pero también aumentaron sólidamente, un 9,6% en el año.
En Camboya, el sector de vestuario domina los envíos, pero ha enfrentado desafíos en los últimos años, en medio de malestar social y salarios crecientes. Sin embargo, ahí también el sector de ropa parece haber jugado un rol en apoyar a las exportaciones totales en 2015. Según datos del banco central de Camboya, las exportaciones totales de ropa subieron 10,6% año sobre año en términos de dólar en los tres primeros trimestre de 2015, ayudados por relaciones industriales más estables.
El sólido desempeño de las exportaciones de ropa en Vietnam, Bangladesh y Camboya no se ha replicado en todas las economías asiáticas que dependen de las ganancias del sector de vestuario. China, el gigante de las exportaciones de ropa del continente, parece estar sintiendo el impacto de los crecientes costos domésticos. Sus exportaciones de prendas y accesorios bajaron un 6,4% en promedio en términos de dólar en 2015, según la oficina de aduanas nacional. Indonesia e India, otros dos grandes vendedores de ropa, también vieron caer sus exportaciones del sector en 2015. En Sri Lanka, las exportaciones de ropa el año pasado parecieron estar fraccionalmente por debajo de 2014, debido a la menor demanda de la Unión Europa, el mayor mercado de exportaciones de la isla. Myanmar, un importante jugador emergente en el sector, también tuvo un año mixto, con el sólido crecimiento en los volúmenes de exportación siendo compensado por una brusca depreciación de la moneda local, el kyat, lo que resultó en una caída en el valor en dólares de las ganancias por los envíos de ropa.
Dominio de Asia
Las tendencias en competitividad entre los principales exportadores de vestuario y textiles de Asia están ampliamente correlacionadas con los datos de la Oficina de Textiles y Ropa del gobierno de EEUU. Estos muestran que las importaciones estadounidenses de esos productos sumaron US$ 103.800 millones en los primeros once meses de 2015, y que los proveedores asiáticos representaron cerca de tres cuartos de este total. La participación de China en este mercado sigue siendo dominante, con un 38,8%, pero bajó respecto del 39,1% del mismo período de 2014. La participación de los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), en contraste, subió a 19,7% entre enero y noviembre, desde un 19,2% en el mismo período del año previo. Esto se explica principalmente por mayores importaciones desde Vietnam: otras naciones de Asean, como Indonesia, Tailandia y Filipinas perdieron participación de mercado.
En conjunto, la participación de las economías del sudeste asiático en las importaciones de ropa y textiles de EEUU se acerca a la de Asean, con un 15,4%. El desempeño de los exportadores indios y de Sri Lanka en EEUU ha sido significativamente mejor a la de sus sectores exportadores de vestuario doméstico en conjunto. Las exportaciones de ropa y textiles de India hacia EEUU subió 8,8% año sobre año en enero-noviembre, mientras que las de Sri Lanka se elevaron 16% (los envíos de Bangladesh a EEUU lo hicieron en 11,7%, más en línea con el desempeño de las exportaciones de vestuario domésticas). La mayor decepción de la región fue Pakistán, donde las exportaciones de vestuario y de textiles a EEUU bajaron, en parte debido al fracaso del sector en mantener la competitividad a través de inversiones y en parte debido a una sobredependencia de los productos en base a algodón, que han sufrido a medida que la demanda ha cambiado hacia fibras sintéticas.
Los grandes movimientos en los tipos de cambio –tanto en Asia como en otros mercados emergentes- que se han visto en meses recientes probablemente tengan un impacto significativo en el comercio de ropa en los próximos años. Los márgenes del sector tienden a ser estrechos, por lo que los movimientos cambiarios pueden tener un efecto significativo en la competitividad nacional.